La salida de la secretaria de Minería, Flavia Royon, fue una de las esquirlas que dejó la caída de la ley ómnibus. Seguro de que los diputados salteños que votaron contra la iniciativa fueron direccionados por el gobernador de esa provincia, Gustavo Sáenz, el presidente Javier Milei comunicó este viernes que echaba a la funcionaria, oriunda de ese mismo territorio y del riñón del jefe local. Este sábado, en tanto, Royon dijo entender la decisión del libertario y reveló la conversación que tuvo con el mandatario local, como así también negó vínculos con los diputados que votaron contra el proyecto legislativo de la Casa Rosada, tal como anticipó LA NACION.
“Si el Presidente entiende que Sáenz merece castigo y yo soy salteña, él tiene que tener su equipo con gente de su confianza. Está bien que haga los cambios”, dijo en Radio Con Vos la ahora exfuncionaria, que había desembarcado en la Casa Rosada en la gestión anterior, cuando Sergio Massa asumió en el Palacio de Hacienda, y que se mantuvo con la llegada de Milei, siempre motivada por el propio Sáenz.
Según contó, cuando empezaron los trascendidos en los medios de que el Presidente podía pedirle que se fuera, habló con el actual ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, de quien dependía su área, para decirle que su renuncia estaba a disposición.
“Le mandé un mensaje al ministro Caputo pidiéndole que nos juntáramos así lo conversábamos. Le dije: ‘No puedo responsabilizarme de qué hayan votado los diputados en Salta, fue votar de acuerdo a su criterio, nunca estuve en esos acuerdos políticos y esas negociaciones. También entiendo que si hay una molestia, pongo mi renuncia a disposición’. Y el ministro me dijo: ‘Veremos cómo sucede’”, contó. Los rumores se acrecentaron cuando Milei y su círculo comenzaron a arremeter contra los gobernadores por la vuelta a comisión de la ley ómnibus, y su salida se consumó anoche.
“La política es así, el Presidente tiene todo el derecho de armar el equipo con la gente que él considere, pero hay diputados de Salta que ni conozco, un poco me sorprendió”, admitió Royón hoy sobre su desplazamiento. Dijo, incluso, que ella estaba abocada a la gestión y que nunca participó de ningún tipo de acuerdo político. “Si soy parte de ese castigo, bueno, pero yo realmente no tenía injerencia ni contacto con diputados salteños”, insistió.
No obstante indicó que si por su relación con Sáenz al Presidente “no le merecía más confianza”, es “lógico” lo que pasó. “Hay que tomarlo con más naturalidad. En una empresa privada uno también arma equipo con gente de su confianza, yo no me lo tomo personal”, comentó la ingeniera industrial, pese a que siempre remarcó que la actividad en su cartera estaba muy activada.
Reveló también que tomó “con tranquilidad” el comunicado de la Oficina del Presidente que oficializaba su desplazamiento -y el del titular de la Anses, el cordobés Osvaldo Giordano– y que tras eso Sáenz se comunicó con ella.
“Me llamó el gobernador, muchos gobernadores. Recibí cientos de mensajes, fue muy movilizante el reconocimiento. Hablé con el gobernador, me dijo que no era parte de un acuerdo, que lamentaba la situación. Se lamentó, dijo que le parecía injusto que fuera castigada yo en función de este teórico acuerdo político, me manifestó que él nunca tuvo una reunión ni con el Presidente. Esos son temas entre ellos de los que no he participado”, indicó.
A pesar de que ya no forma más parte de la administración nacional, Royón le deseó “una gestión exitosa” a Milei y dijo que la ley ómnibus debe ser tratada ya que, al menos en la minería, impulsaba cambios positivos. “Comparto el qué, ahora discutamos el cómo”, propuso.
Y siempre bajo la misma postura planteó sobre su corrimiento: “Hay que tomarlo con naturalidad y respeto. Yo soy una persona democrática, los argentinos eligieron, respeto al presidente Javier Milei, tenemos una oportunidad en la Argentina, el mundo inversor lo está mirando, tenemos que estar a la altura, y dar fe y muestras de que somos un país democrático”.
LA NACION