La Cámara de Diputados otorgó la «Mención de Honor Diputado Nacional Dr. Juan Bautista Alberdi», al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), en reconocimiento a su invaluable aporte al derecho humanitario internacional, al respeto por el derecho individual y colectivo a la identidad, la Verdad y la Justicia.
La ceremonia, encabezada por la presidenta del cuerpo, Cecilia Moreau, y por el también diputado oficialista Eduardo Valdés, se desarrolló en un Salón de los Pasos Perdidos colmado de invitados.
Es un orgullo para este Congreso entregar la Mención de Honor Diputado Nacional Dr. Juan Bautista Alberdi al Equipo Argentino de Antropología Forense por su invaluable aporte al derecho humanitario internacional, al respeto por el derecho individual y colectivo a la identidad, la… pic.twitter.com/pVvA1yBjJz
— Cecilia Moreau (@ceciliamoreauok) September 28, 2023 En el inicio, se proyectó un video que narró la historia del EAAF, en el que se destacó que «la vida deja rastros para quien sabe leerlos, ese es nuestro trabajo, seguir los rastros, buscar huellas de vida, quien y como las aniquiló, en qué circunstancia».
«Nacimos en 1984 buscando a miles de familiares de víctimas. No hay identidad sin memoria justicia y verdad», remarcó la pieza audiovisual.
Tras entregar la distinción a Carlos «Maco» Somigliana – ‘por ser el más viejo del equipo’, según sus propias palabras-, todos los integrantes del EAAF subieron al estrado para inmortalizar la foto con el galardón otorgado por los legisladores.
Al explicar los motivos por los que se decidió premiar al EAAF, Moreau señaló: «Este premio tiene una profunda raíz en los valores democráticos, y es el reconocimiento de una institución en otra institución en la sociedad; de un equipo que cambió la historia de muchos en la historia de nuestra patria».
«En el inicio de la democracia apenas había alguna información de los crímenes aberrantes que la dictadura cívico militar había cometido. Veníamos de una guerra, la de Malvinas, tan cruel, que hoy se banaliza y que muchos quieren hacer de cuenta, como que no pasó, pero que tenemos siempre presente en nuestra memoria y en nuestros corazones, por más que quieran hacernos creer que son hechos que se pueden minimizar», remarcó a modo de introducción.
La titular de Diputados, recordó que «se creó la Conadep, vino el juicio a las juntas militares, la creación del banco de datos genéticos, y la Argentina empieza a andar el camino de la reconstrucción sobre tres pilares fundamentales: la memoria, la verdad y la justicia».
«En ese momento se funda el EAAF, que fue hallando respuestas y evidenciando lo que era innegable; y pasó a ser un aliado estratégico y fundamental de esta causa, que es la de buscar la verdad y la justicia», enfatizó.
Más aquí en el tiempo, rememoró: «Recuerdo en 2018, cuando las decisiones del gobierno de ese entonces -el de Cambiemos- pusieron en riesgo el trabajo del equipo, porque hubo una decisión de recortarle fondos. Y la verdad que cualquier política de Estado, por más valiosa que sea, es mentira si no tiene fondos y financiamiento».
«Y más cuando se trata de la Ciencia, y hoy pasa algo parecido. Desvalorizarla, era desvalorizar la historia; y algunos pusimos énfasis en que esa situación sea revertida».
Por último, apuntó: «Hablaban del curro de los derechos humanos, y hoy vemos como se sacaron las caretas a través del negacionismo que expresan».
Valdés, por su parte, trazó una recorrida por el trabajo del EEAF: «La creación está relacionada con la iniciativa de la Conadep y de Abuelas de Plaza de Mayo, quienes recurrieron al ‘Programa de Ciencia y Derechos Humanos de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia’, con sede en Washington DC, Estados Unidos, con el fin de identificar a las víctimas de desaparición forzada en Argentina».
«En 1984, cuando Abuelas de Plaza de Mayo y organismos de DDHH buscaban cómo aplicar las técnicas de la genética a la búsqueda de desaparecidos, se invitó a un grupo de científicos a Buenos Aires», recordó el legislador.
En ese sentido, puntualizó: «Entre ellos, llegó Clyde Snow. Quienes lo conocieron lo describen como un tejano de cara pálida, botas y sombrero. Para entonces, ya había trabajado con los restos de Mengele y había limpiado con su escobilla los huesos de nazis refugiados en Argentina y otros países de la región».
«Snow armó su equipo con estudiantes de Medicina, Antropología y Arqueología; y de esta manera, a raíz del impulso de Abuelas, fundó el Equipo Argentino de Antropología Forense», continuó.
El diputado oficialista, añadió: «Las enseñanzas de Snow fueron determinantes para que el grupo aprendiese a tratar los restos óseos con delicadeza, a manipularlos con respeto e inteligencia y a leer sus datos de manera tal que sea posible reconstruir la Historia».
«La tarea era ardua física y emocionalmente. En las fosas comunes aparecían los llamados NN, es decir, cuerpos para inhumar. En esas jornadas no era extraño ver a alguno de los integrantes de su equipo llorando en un rincón apartado», expresó.
Valdés, prosiguió: «Por entonces Snow acuñó una frase: ‘Debemos excavar de día y llorar de noche’; y también declaró en el Juicio a las Juntas en 1985. Entonces, Estela de Carlotto le pidió inhumar el cuerpo de su hija Laura. Fueron juntos al cementerio al día siguiente».
«Snow realizó su trabajo con su parsimonia habitual. Silenciosamente, se enfocó en el cráneo destrozado, en las cápsulas de Itaka, los perdigones de una 9 mm, el arco donde había estado el ojo derecho y las piezas dentales», relató.
Y por último, graficó: «De pronto le hizo señas a Estela para que se acercara. Le mostró los huesos. Luego la llevó aparte y le dijo: ‘Estela, eres abuela’».
«Le señaló las pequeñas huellas de los huesos de la pelvis, las que quedan para siempre cuando el bebé se apoya antes de salir del cuerpo de su madre. Estela ya lo sabía, pero ahora tenía las pruebas. Desde ese día no necesitó seguir yendo cada domingo al cementerio, como había hecho durante siete años», sostuvo el legislador.
A su turno, Somigliana, agradeció: «Nos enorgullece que los representantes de esta sociedad nos honren con este premio».
«Nosotros, como las Abuelas, planteamos una posibilidad, plantamos un barco, pero sin viento no van a ningún lado, y el viento que le dio la sociedad, que no quería que todo quedara como estaba, le dio el impulso», dijo en referencia al EAAF.
Luego, añadió: «En el tiempo vimos como la sociedad formó una política de derechos humanos. No desconfiemos de los límites éticos de esta sociedad, esta sociedad nos llevó hasta acá».
«Esta sociedad nos llevó hasta acá con las cosas buenas y las cosas malas, y gracias a esta sociedad, representada por ustedes estamos acá, y es un placer poder devolverles parte de lo que nos dan», cerró.
En el acto estuvieron el secretario de Derechos Humanos, Horacio Pietragalla Corti, y los diputados Eduardo Valdés, Graciela Caselles, Leopoldo Moreau, Mónica Litza, Eduardo Fernández, María Rosa Martínez, Carlos Selva y Carolina Yutrovic.
También enviaron mensajes al no poder asistir el titular del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj), Adolfo Pérez Esquivel; los legisladores Hugo Yasky y Margarita Stolbizer; y Ana Lozano, prosecretaria Parlamentaria de la Cámara baja.
Qué es el EAAF
El EAAF es una institución científica, no gubernamental y sin fines de lucro, que aplica metodologías y técnicas de diferentes ramas de las ciencias forenses para la investigación, búsqueda, identificación y restitución de personas desaparecidas, tanto durante la última dictadura cívico-militar ocurrida en nuestro país (1976-1983), como en más de 50 países de América, África, Europa y Asia.
Trabaja con víctimas de desapariciones forzadas; violencia étnica, política, institucional, de género y religiosa; desapariciones actuales, narcotráfico, trata de personas, crimen organizado; procesos migratorios, guerras y conflictos armados, accidentes y catástrofes.
También, colaboró en la restitución de identidad de soldados argentinos caídos en combate en defensa de la soberanía nacional, durante la Guerra de Malvinas.
La «Mención de Honor Diputado Juan Bautista Alberdi», constituye el máximo galardón que otorga la Honorable Cámara de Diputados de la Nación a aquellas personas físicas o jurídicas que se destaquen por sus acciones culturales, científicas, políticas, humanísticas, o por aportes que, en general, realcen los valores democráticos y republicanos.