Nueva adaptación de la atracción del parque temático, tiene buen elenco, pero el asunto es el guion. Y los efectos.
Cuando una película no se decide por ser comedia o filme de terror, pasan cosas como las que le pasa a Mansión embrujada. No es ni una cosa ni la otra, aunque el filme basado en la atracción de los parques de Disney se vuelque más a la risa que a los sustos.
Más terror da si hay que volver a ver La mansión embrujada, pero la versión con Eddie Murphy de hace 20 años.
El problema aquí es que ni el guion ofrece situaciones o diálogos ingeniosos, ni los protagonistas (el actor y rapero Lakeith Stanfield y la actriz de Sin City Rosario Dawson) tienen el gen de la comedia, como sí Danny DeVito, Owen Wilson y Tiffany Haddish, otros de los personajes de esta larga, larguísima historia de fantasmas que vienen a asustar a los nuevos inquilinos de Gracey Manor, la mansión que tiene una historia detrás.
Y sí, está embrujada.
Hasta ese lugar, en las afueras de Nueva Orleáns, llegaron Gabbie (Dawson) y su hijo de 9 años Travis (Chase W. Dillon, que actúa mejor que todos los adultos juntos). Por supuesto que llegan de noche, sin el camión de mudanzas, y los fantasmas que habitan la mansión los asustan.
Allí es donde entra Ben (Stanfield), aunque ya lo habíamos visto al comienzo, enganchando a una novia y futura esposa una noche de Año nuevo. Bueno, Ben y Gabbie sufrieron pérdidas dolorosas, y el ex astrofísico, ahora deprimido y borrachín, había creado una cámara de «fotografía espectral» para intentar volver a ver a su amada.
A él acude, no Gabbie, sino el padre Kent (Owen Wilson), un cura que hace exorcismos, pero sabe de su invento. Ben va a la mansión por el dinero, hace que saca fotos (el chiste es bueno, pero al reiterarlo, cansa), no cree en fantasmas y empezará a hacerlo cuando éstos lo persigan hasta su casa.
Cazafantasmas
Resumiendo: a Gabbie, Ben, Travis y el padre Kent se le sumarán una cazafantasmas, Harriet (Tiffany Haddish), que es una médium de lecturas psíquicas, y Bruce (Danny DeVito), un profesor especializado en casas embrujadas.
¿Quieren más? Y, ahí está el asunto. Porque los dos personajes que se suman desde el más allá, el fantasma Hat-Box Ghost (Jared Leto) y la médium cuya cabeza quedó atrapada en una bola de cristal (Madame Leota, interpretada por Jamie Lee Curtis) son de lo más flojo que en materia de CGI o efectos visuales se haya visto en tiempo reciente.
Quienes se subieron al juego en alguno de los parques de Disney van a encontrar varios guiños a lo largo de la proyección. Igual, el juego no dura ni cinco minutos, y la película supera las dos horas (huyan ni bien termina, porque no hay escena postcréditos).
Pero bueno, Guillermo del Toro, el director de Pinocho (la de Netflix, no la de Disney) y ganador del Oscar por La forma del agua se alejó del proyecto, y quien lo dirigió, Justin Simien, en la bifurcación del camino eligió la comedia sobre el terror. Porque Mansión embrujada (quizá, tal vez, en una de ésas, le sacaron el artículo “La” para que nadie recuerde el bodriazo de Disney de 2003, con Eddie Murphy) no es realmente aterradora.
Acudir a una guionista, Katie Dippold, que ya había escrito una historia de fantasmas (OK, la Ghostbusters de 2016, no precisamente buena) evidentemente no, no ayudó.
«Mansión embrujada»
Regular
Comedia / Horror Estados Unidos, 2023. Título original: “Haunted Mansion”. 122’, SAM 13. De: Justin Simien. Con: Lakeith Stanfield, Rosario Dawson, Chase Dillon, Owen Wilson, Danny DeVito, Jared Leto, Jamie Lee Curtis. Salas: Cinemark Palermo, Cinépolis Recoleta y Pilar, Showcase Norcenter, Hoyts Dot.